viernes, 25 de marzo de 2016

A 40 AÑOS DEL GOLPE (III) - POEMAS ( 2da. recopilación)




ME DEJARON TU PULOVER VERDE (·)
                                                                                                                                                                         
                Me dejaron tu pulóver verde
                        cuando te fuiste

                        Llevándose el verano aquel
                        el del cielo tibio que con sus noches
                        nos guarecía del mundo entero en nuestro lecho

                        Cuánta dicha encontraba entonces mi anhelo
                        En tu sonrisa
                        En las palmas de tus manos
                        En tus suaves cabellos recorriendo con ternura
                        todo mi cuerpo

                        Me dejaron tu pulóver verde
                        cuando te fuiste

                        Dejándome tu aroma
                        que mil veces olí desfalleciente
                        evocando tu mirada
                        añorando tu desnudez
                        la tersura de tus labios
                        y esas palabras que no podrá borrar el tiempo

                        Porque no pudo el odio
                        ni la avasallante muerte
                        desterrar mi amor
                        ni mi carne dolida cedió al intento
                        de que me robaran tu recuerdo

                        Me dejaron tu pulóver verde
                        cuando te fuiste
                        Pero no pudieron llevarte
                        porque estarás conmigo
                        para siempre


                        (·) A María Haydée Rabuñal, estudiante de Medicina cordobesa, querida esposa y compañera.        


                        Miguel Angel de Boer




RIMEMBERES


TIEMPO

Si te preguntan

cuanto te tuvieron
cuanto te torturaron
cuanto hace que te pasó
                       
Es porque ignoran

que allí donde se vive la muerte

los días
  las horas
      los minutos
      los segundos
                                                                                                    son fugaces y eternos     


ACLARACIÓN

Lo que ustedes tienen que entender
es que:
          como se portan mal
         les tenemos que hacer chas chas en la cola

Y…ahora hablá pibe…o te reviento…hijo de puta…!!!



HIGIENICOS

I

Uno de ellos
agotado
dejó de pegarme
y se puso a lavar la vajilla
             ( la puta que los parió aquí nunca limpia nadie)

Luego
acomodó las cosas
se secó las manos mirándome
con la mirada mirona

y continuó apaleándome
me / ti / cu / lo / sa / men / te


II

Me voy a dar una ducha dijo

mientras se secaba la frente
(tras haberlos torturado salvajemente)

porque si hay  algo que no soporto es este olor a judío de mierda que se  me impregnó en la piel

Regresó al rato
más fresco
y de muy buen humor


dios

En el preciso instante
de infligir
               el máximo dolor

un orgasmo


RESISTENCIA

Estaban convencidos de que resistía
porque me consideraban
            ideológica/política/moral/física
            y mentalmente
            fuerte

En tanto yo evocaba
            con mi cuerpo desolado
el ruido del mar
acariciando la arena y el pedregullo de mis playas

y una frescura luminosa penetró en mi pecho
encegueciendo de vida a la muerte



CUESTIÓN

El asunto es como lograr
seguir siendo
en medio del atroz desamparo del espanto


MONTAND

Cuando me los cruzo en la calle
me acuerdo de Ives Montand en La Confesión

Y siento pena
   por él

            por Montand

  
PARA COLMO

Uno cree que después de eso
al menos ya no habrán  mas dolores
tan dolorosos
en la vida


LA REVANCHA

No olvidarla
No olvidarlos
No olvidarnos

Seguir trepando la vida
Cabalgarla
Revolcarnos en ella

Hasta dejarla exhausta
De tanto vivirla

Miguel Angel de Boer



Puede ser


Puede ser que nos hayan derrotado

A los que mataron
A los que aún estamos vivos
A los sobrevivientes
A los reaparecidos


A los que lloramos
O no
A los que estamos aplastados
O no
A los que enloquecimos
O no
A los que tenemos esperanza
O no
A los que damos testimonio
O no
A los que callamos
O no
A los que seguimos en la lucha
O no
A los que soñamos
O no
A los que aún seguimos amando
O no

Puede ser

Pero de una cosa no hay duda:
Los desaparecidos serán victoriosos por siempre

Miguel Angel de Boer
Noviembre 2011




Si todo hubiera salido bien


Si todo hubiera salido bien
tal vez el sol sería más brillante
o no habría ningún niño llorando de hambre

Si todo hubiera salido bien
no existirían muros con nombres que duelen como suele doler el dolor no dolido
ni el 24 ni el 12 ni el 6 ni ningún otro día nos retorcerían las vísceras de pena

Si todo hubiera salido bien
no  sé si el mundo sería tan justo y bello como lo soñamos miles de veces
con hospitales vacíos de tanta salud y escuelas llenas de alumnos y maestras felices

Si todo hubiera salido bien
no nos estarían explicando lo que pasó y en vez de andar rodando por este mundo tan afantasmado y delirante que a veces parece mentira

Si todo hubiera salido bien

No sé qué sería de nosotros hoy

Pero vos estarías
ellos estarían
yo estaría
                (y estoy)

Con el alma intacta

Viviendo la vida como hay que vivirla
como siempre la vivimos
viviéndola
viviéndo
la

Miguel Angel de Boer

Buenos Aires. Octubre 21. 2012



Amiga (*)



Fui a conquistarte
siendo un niño asustado
y me recibiste
      sin tenerme en cuenta

 Me hiciste crecer
      a los golpes
y porque no
      a las caricias

 Te conocí de a poco
y me conociste
      a los saltos
Conocerte fue conocerme
y me dejaste
      abandonado

Te amé con toda mi vida
Te odié con toda mi alma

Me diste tanto
y me quitaste
       todo

Yo fui vos
y vos fuiste
        yo
Y aún recuerdo tu luna
tus fríos
tu regazo

Me alentaste
      y perseguiste

Te canté
      y me cantaste

 Me hiciste hombre
      me empequeñeciste

Supe del horror
      y la esperanza

Y quise olvidarme de vos
olvidándome
de mi
      sin poder

Y en mis noches de duelo
que son también de regocijo
porque aún no muero
      (y he muerto tantas veces que ni yo lo creo)
mi corazón me dice que
      Córdoba amiga
            todavía
                  te quiero.

Miguel Angel de Boer

(*) Poema que escribí hace ya varias décadas.








miércoles, 23 de marzo de 2016

La noche del Golpe (*)




Recuerdo que, hace exactamente 25 años (en la ciudad de Córdoba, la noche del 23 de Marzo de 1976), viviendo en la semiclandestinidad - dado que luego de haber estado en prisión habían intentado secuestrarme tras la muerte de la que era mi querida esposa y compañera - en una pequeña habitación que compartía con uno de los tantos compañeros que exponían su vida cobijándome, llegó éste con la noticia que todos esperábamos: esa noche se iba a producir el golpe.

Luego sacó, temblando, unas pequeña hojas (facilitadas por un abogado que defendía en aquel entonces a los prisioneros políticos) donde figuraba una larga lista, en letras muy pequeñas, con los nombres de quienes – eso creímos en ese momento - iban a encarcelar.

Aún tengo presente la angustia con que la recorríamos con el temor de encontrar nuestros nombres y la desesperación de ir reconociendo a muchos de ellos.

Salimos, alrededor de las 22 horas, a avisar a todos los que pudimos para que tomaran recaudos, retornando aproximadamente a las 2 horas del día 24.

Estábamos lejos de imaginar lo que iba a acontecer. No pensábamos, pese a nuestro miedo, que iba a comenzar la etapa donde la crueldad, en su máxima expresión, caería sobre nuestro pueblo para herirlo despiadadamente.
Con el correr de los días, los meses, los años muchos de los que figuraban en esa lista fueron secuestrados, torturados, muertos o desaparecidos. Otros siguen aún vivos.

Fueron muchos los motivos por los cuales a 25 años, hoy puedo trasmitir lo que aquí relato. No sin numerosos sinsabores, dolor, y circunstancias por demás penosas, que ahora no vienen al caso mencionar.

Pero sé también que sigo viviendo debido al valor y heroísmo de quienes guardaron silencio ante las peores ferocidades.

No solo a ellos (a título personal) sino a todos aquellos que hoy no están y que se llevaron un pedazo de lo más bello del alma de nuestra historia:

a esos rebeldes, utópicos, idealistas, que creían que la Revolución era posible y que permanecerán siempre jóvenes en mi recuerdo;

a esos compañeros que en las fábricas, empresas y lugares de trabajo se sentían dignos y orgullosos de ser proletarios;

a esos vecinos que estaba convencidos que el barrio era de todos;

a esos religiosos que tenían la convicción de que Dios es amor y misericordia con los más débiles;

a esos maestros, docentes, intelectuales, profesionales, que consideraban que sus conocimientos pertenecían a todos,

en fin, a esos seres bondadosos que no se sentían del todo felices, aunque amaban la vida, en tanto hubiera injusticia, explotación, miseria, enfermedad, que soñaban con un mundo nuevo, con un Hombre Nuevo, con una sociedad donde todos tuvieran oportunidades para desarrollar sus capacidades, a ellos (a las victimas todas), a quienes nunca voy a dejar de extrañar, les brindo, ya entrado el 24, mi más cálido, profundo y emocionado homenaje.

Y lo hago extensivo, con todo mi afecto, a los que siguen estando.



Dr. Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, Chubut
Argentina


(·) El título original de este relato es “A 25 años”, escrito el  24 – 03 –2001

martes, 22 de marzo de 2016

A 40 AÑOS DEL GOLPE (II) - POEMAS ( 1a. recopilación)






 RESURRECCION
( sobremuriente)
               
                El rostro se alzó,
                la claridad lo iluminó.
                Murmullos de amor
                atravesaron su corazón.
                No pudo entender,
                el diáfano brillo que su alma recorrió.

                Y así caminó,
                queriendo ceder
                las gemas más puras del ser.

                Su mente pensó.
                El cuerpo mismo recordó:
                historias de sal,
                ponzoñas de crueldad.
                Su sangre sangró,
                por vilezas sedientas de mal.

                Y se estremeció.
                Sintió que se ahogó,
                con náuseas producto de odiar.

                Su hueso crujió.
                La demencia lo atrapó.
                Bestias innombrables
                danzaron a su alrededor.
                Un feto asustado,
                abría su mano con desesperación.

                Y quiso morir,
                no desfallecer.
                (Acopio de memoria de la humanidad)

                El tiempo pasó.
                La orilla se arqueó.
                Un pecho piadoso
                por dentro advirtió.
                La leche inefable,
                al mar de la paz lo invitó.

                Entonces...murió..
                dejando de sí
                lo más puro de él

                ¡Ay! un ojo lloró,
                lágrimas sin consolación.
                La tierra se abrió,
                urgida de tanto dolor,
                buscando el cabello
                caricias de rocío le brindó.

                La vida siguió.
                Luto mutilado,
                humeando recuerdos se resistió.

                La carne clamó.
                El alba despuntó.
                La tumba invisible
                gesto su exhalación:
                astillas de esperanza
                en almas taciturnas sembró.

                Y así revivió,
                pudiendo saber,
                que su canto excelso nunca sucumbió.

                El rostro se alzó,
                la claridad lo iluminó.
                Murmullos de amor
                atravesaron su corazón.
                Y pudo entender,
                el diáfano brillo que su alma recorrió.


                                                                          

               Miguel Angel de Boer




Crecí con miedo (·)

                Miedo
                      crecí
                              con
                miedo

                Con oníricas vivencias
                de alegrías fantaseadas
                fué cierto lo que no era cierto
                la verdad escatimada

                Miedo
                       crecí
                               con
                miedo

                Busqué abrazar lo tierno
                el odio me contestaba
                mi mente buscó refugio
                en soledades doradas

                Miedo
                      crecí
                              con
                miedo

                Cómo explicar lo que siento
                no me alcanzan las palabras
                viví llorando mi muerte
                con burbujas de esperanza

                Miedo
                       crecí
                               con
                miedo

                Sé que el amor existe
                todo mi ser lo proclama
                más solo no puedo lo juro
                ni vos sin mí mi alma

                Miedo
                       crecí
                                    con
                miedo



                Ignoro el porqué de estos versos
                en esta noche de madrugada
                si es mi historia o es tu historia
                o inconscientes remembranzas

                Miedo
                       crecí
                               con
                miedo

                Miedo te tengo miedo
                como un niño a sus fantasmas
                no obstante vivo viviendo
                conjurando tus acechanzas

                Miedo
                       crecí
                               con
                miedo

                No me doy por vencido
                mi esencia aún está intacta
                puedo cantar gozando
                si una mano me acompaña

                Miedo
                      te desafío
                                     miedo
                a otra batalla.


                                                   Miguel Angel de Boer                                                                    

                (·) Blues
                (·) Música: Pablo Kusselman



EVOCACION

                Remoto el amor que alguna vez habitó
                las arenas de mi vida
                invisible me exhorta
                a contemplar fecunda
                la desnudez que añoro

                Aguarda en mi lecho
                mudo
                de secretos futuros
                las formas embriagadas de su cuerpo
                Invernando la luz
                Nutriendo un nacimiento
                Congregando dulzuras despojadas de tormentos

                Rememoro imperecedero
                mi ermitaño grito
                que no desfallece en su aliento  
                a la espera del aroma
                que aventará mis tristezas
                y los cabellos que desperezarán
                mi canto desgarrado

                Se estremece mi armadura
                asediada por el tiempo
                Silencioso y crujiente mi anhelo
                en el confín de su repliegue
                clama por el cuenco añorado
                de las lunas entreabiertas de sus pechos

                Abatido el odio
                estéril en su intento
                exiliado de mi carne sufriente
                Se hospeda en mi alma la deuda
                que discurre incorruptible
                evocando las pupilas de aquellos ojos bellos



              Miguel Angel de Boer



MADRES

Domingo de fiesta que no puede ser
otra vez
(¿cuántas veces más ?)
Arruinado el Día para siempre
(por más que el sol se empeñe en fundir el mar de oro)
Arruinada la vida para siempre
(aunque la esperanza malherida siga renaciendo)
Arruinada la muerte para siempre
(pese a que la memoria no le dé tregua)
¡Ay! ¡Ayes!
De tantas Madres arrasadas
por la desdicha del crimen incomprensible
de ese ser amado
hasta el martirio
De tantas Madres que saben que no pueden no poder
porque entonces las estrellas quedarían desamparadas
las lágrimas no sabrían adónde ir
el pan se pondría de luto
De tantas Madres que quedaron huérfanas
de hijos
 y de justicia.


Miguel Angel de Boer
Octubre, 1998


CATORCE DESTELLOS  (*)
(y uno mas)


Cuando las fauces del abominable horror
hincó su fetidez maligna
rasgando a la patria    gimiéndola 
enmudecida
espantada
indiferente
los pétalos comenzaron a olvidar su belleza
la ternura se derrumbó entristecida
                y con ella
                la alegría
                las palabras  
                los pensamientos
                los sueños

Y nos fuimos quedando solos
con feroces pesadillas 
                incansables
                indecibles
                pavorosas
                sin estrellas
                ni amaneceres
embotados de dolores indolentes
castañeando nuestras almas
disimulándonos
desmemoriándonos
insiéndonos

La vida parecía morir eternamente
y los besos extenuados
se caían
                junto a las miradas    aquellas
a pedazos

Fue entonces
que

catorce destellos
                (y uno mas)
catorce corazones
                (y uno mas)
iniciaron
con frágiles
pequeños
                tenaces  
miedovalientes
                pasos
en ronda 
el retumbo
prodigioso
invencible
de corajes
de dignidades
de justicias
de verdades
y de amor
                 DE ESE AMOR
que nos acunó
que nos acuna
que nos acunará
                por siempre.



Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, Abril, 2002
Chubut . Argentina

(*) A las Madres de Plaza de Mayo, a 25 años del comienzo.



Amiga (*)

Fui a conquistarte
siendo un niño asustado
y me recibiste
      sin tenerme en cuenta

 Me hiciste crecer
      a los golpes
y porque no
      a las caricias

 Te conocí de a poco
y me conociste
      a los saltos
Conocerte fue conocerme
y me dejaste
      abandonado

Te amé con toda mi vida
Te odié con toda mi alma

Me diste tanto
y me quitaste
       todo

Yo fui vos
y vos fuiste
        yo
Y aún recuerdo tu luna
tus fríos
tu regazo

Me alentaste
      y perseguiste

Te canté
      y me cantaste

 Me hiciste hombre
      me empequeñeciste

Supe del horror
      y la esperanza

Y quise olvidarme de vos
olvidándome
de mi
      sin poder

Y en mis noches de duelo
que son también de regocijo
porque aún no muero
      (y he muerto tantas veces que ni yo lo creo)
mi corazón me dice que
      Córdoba amiga
            todavía
                  te quiero.

Miguel Angel de Boer

(*) Poema que escribí hace ya varias décadas.